Mi plaza de la Magdalena

martes, 3 de noviembre de 2009

Lloraste en el Generalife

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Ciento tres años que muy bien valen por doscientos seis....


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""¡Tanta hermosura, duele!" te oí decir. Y cuando, poco a poco sorprendido, me volvía a mirarte, ví correr lágrimas por tu cara. Yo conocía demasiado bien (¿quién mejor que yo?) tu sensibilidad a flor de piel; pero tras de tantos y tantos años de nuestra íntima convivencia, todavía me faltaba por descubrir en tí ese grado de total entrega, que así llegaba a dejarte rendida y deshecha ante la belleza intolerable de una hora feliz.

Era otoño. Estábamos pasando algunos días en mi recuperada tierra granadina. Habíamos subido a la Alhambra y, olvidados, paseábamos por los jardines del Generalife, bordeando los arriates de arrayanes, junto a los macizos de flores, alrededor de las fuentes, bajo un cielo de azul perfecto, sin otro ruido que el continuo rumor del agua y algún gorjeo del pájaro que tal vez ha saltado de una rama a otra. Apenas si hablábamos; nada había que decir: nos bastaba sabernos unidos y en paz".


................................................................................................................................ Francisco Ayala

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