Mi plaza de la Magdalena

viernes, 30 de septiembre de 2011

Si no es así... no llames

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La progresiva pérdida de los seres más queridos,

la anunciada de los que aún nos acompañan,

que a su vez nos advierte del final de un tiempo, al menos en el recuerdo, feliz.

La separación dolorosa, la triste despedida.

La decepción, el fracaso, la desilusión.

La incomprensión, la intolerancia y más aún, la falta de intento de conocimiento.

La inseguridad que produce la totalitaria seguridad de los otros.

Lo efímero de los sentimientos nacidos para ser eternos.

Saberse solo en una forma de pensar, sin la más mínima expectativa de que alguien te entienda.

O esa ingenuidad totalmente desfasada con la edad de su poseedor.

Componen la auténtica, la peor soledad; la soledad en compañía.

Por eso si un día pasas por mi ventana y me ves sola, no llames a sus cristales si en tu mochila no me traes:

encuentros en lugar de despedidas ,

ilusiones a cambio de decepciones y fracasos

compresión, tolerancia…cariño,

tu inseguridad para compartirla con la mía,

tus opiniones sin imposiciones

y una ingenua y alegre pero franca eterna sonrisa.


Y aun así, no llames si no es para quedarte SIEMPRE.

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