Mi plaza de la Magdalena

viernes, 19 de junio de 2009

MURIÓ UN FILÁNTROPO

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Que la caridad bien entendida, el sentido de verdadera justicia, la abnegación por una causa, el valor ante la presión política, la infatigabilidad ante la lucha y el esfuerzo continuados, se reúnan en una misma persona, muy pocas veces ocurre.
Una de estas personas fue Vicente Ferrer, el filántropo español que amó a la India y sobre todo amó al pobre, al desamparado, al desprotegido, con un AMOR con mayúsculas; ese amor que no se conforma con dar comida para hoy sino que enseña y procura medios para poderla conseguir a diario.
Enumerar su vasta obra sería imposible, pero creo que todos hemos oído hablar alguna vez de él y que todos conocemos alguna parte de ella.




Descansa en paz Vicente.
En la paz de tu “revolución silenciosa”
En la paz de tus campos de regadío
En la paz de esas mujeres dignificadas en el trabajo de sus propias cooperativas
En la paz de los créditos sin intereses
En la paz del que hoy sabe leer y escribir, sueño inalcanzable que tú hiciste realidad
En la paz del enfermo o moribundo que cuenta con una limpia cama de hospital
O en la del Nóbel que nunca recibiste
Descansa, en tu amada Anantapur

3 comentarios:

  1. Hola, lo cierto es que murió una gran persona. Yo creo que se podría igualar a teresa de calcuta, no?

    Por cierto, la iglesia lo excomulgó, verdad?

    saludos

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  2. Lo cierto es que hace unos días hice una entrada de una fundación cristiana, y nada que ver, pasa y lee si quieres

    Más saludos

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