Mi plaza de la Magdalena

lunes, 10 de enero de 2011

... Y llegó Lucas

.
Cuatro de Enero, cinco y cinco de la madrugada.
Tras un último y titánico esfuerzo,
asomó a la luz tu carita redondita y sonrosada,
sin una mácula ni hinchazón... ¡perfecta!
Tu llanto... las lágrimas de tus padres.

En una sala de espera,
por fin se acaban los cortos y continuos paseos de lado a lado,
las nerviosas conversaciones vacias por distraer,
las cómplices miradas cada vez que la puerta se abría;
tu padre nos anuncia que has nacido.
Emoción y alegría, que para nada tratamos de contener
al ver esas primerísimas fotos. Ya estabas aquí.

Pero fue al tomarte en brazos por primera vez,
al sentir tu cuerpecito moverse en mi regazo,
cuando de verdad tuve la sensación de ser abuela.

Bienvenido pequeñín,
bienvenido Lucas.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario