Encuentros

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Quisiera emprender viaje a mi país de Nunca Jamás.

Encontrarme contigo Madre, besarte, abrazarte y volverme a embelesar mirándote cuando te arreglabas delante del espejo.

Correr de la mano de aquel joven Padre, porque no era capaz de alcanzar tu paso. Y desde tus hombros ver pasar una vez más la Cabalgata de Reyes. Hoy el niño eres tú.

Volver del colegio volando, para pasar por tu casa y que con tu deformada y temblorosa mano, te sacaras del delantal unas monedas para ir a comprarme ese pastelillo que tanto me gustaba, Abuela.

Escuchar con vosotras Titas, esa “novelilla” tan interesante de la tarde. Y a la mañana siguiente, si madrugaba para estudiar, encontrarme el brasero enchufado y el desayuno puesto, para que así “vuestra niña“ no pasase frío.

Y como no, quisiera en tus rodillas volverme a sentir Blanca Nieves, la Princesa de”El Castillo de Irás y No Volverás”…., la protagonista como siempre de tus cuentos. En toda mi vida encontré a nadie que los contara como tú. Con el tiempo quise imitarte repitiéndoselos a mis hijos, pero quedó patente que no heredé tu don. Hoy Tito, por última vez, quisiera ser aquella “ Queridísima Reina chiquita...” de mi Rey Mago particular.

Gracias a todos, me habéis dejado la mejor de las herencias, la que nadie me podrá quitar nunca, millones de momentos felices y muchas toneladas de amor desinteresado, que han hecho de mí el ser humano que soy. Me siento MUY ORGULLOSA de vosotros y os querré y os llevaré presentes mientras viva.


¿Cómo cupo tanto cariño en un personaje tan pequeño?